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Yebrail Castañeda Lozano

La diversidad hacia la homogeneidad humana:un experimento escritural

La ecuación de la diversidad humana se contrasta cuando las personas se relacionan como personas. Los hombres y las mujeres se configuran en realidades singulares, únicas e irrepetibles por su complejidad dimensional (Morin E, 2003), debido a que cada persona tiene la dimensión histórica, la dimensión axiológica, la dimensión político-económica, la dimensión cultural que se enraíza en una dimensión geográfica (Buber M, 2019). Las personas establecen relaciones consigo mismo, con su entorno natural, con su ámbito humano y con su prospección trascendental. La ciencia, la tecnológica y los medios de comunicación de alguna forma han alterado estas relaciones; produciendo un desencanto de relacionarse consigo mismo, una frustración de relacionarse con los demás, una indiferencia de relacionarse con el ambiente y un desinterés por la misticidad y la espiritualidad trascendental.


El desencanto consigo mismo se debe a que las personas quieren imitar los estilos de vida cosméticos y epidérmicos de los estereotipos proyectados por los mass media, la farándula del momento o los gurús exitosos de las tecnologías (Gonzalez-Arribas B, 2011). Las relaciones entre los humanos son interesadas sino tiene este carácter de utilidad produce una suerte de náusea (Sartre, J. P, 2011). La frustración de las relaciones humanas se debe a que son seres necesitados y no se soporta el rostro de interpelación (Levinás E, 1974). Las relaciones con el ambiente son armagedónicas tiene una concienciación que el mundo se va acabar por la indiferencia y culpa de la humanidad. Se está erigiendo el proceso transicional del capitalismo de los combustibles hacia el capitalismo de los combustibles amigables de la naturaleza (Kolbert E, 2015). La humanidad está desplazando la misticidad o espiritualidad trascendental por las actividades psicológicas y lúdicas de la inmanencialidad. Las relaciones auténticas del hombre con Dios se han ido eliminando y eclipsando sistemáticamente debido a que se están reemplazando por actividades demasiado humanas (Buber M, 2014).


Las percepciones humanas que se tienen sobre las relaciones sobre sí mismo, sobre los demás, sobre la naturaleza y sobre la trascendencia ha generado una diversidad de proyectos, estilos y formas de vida. Pero en la medida que se han incorporado la ciencia, los mass media y las tecnologías la humanidad ha sufrido un proceso de homogeneización en el que se ha ido desarrollando una percepción cientificista, mediática y tecnológica.


La percepción cientificista en la actualidad estriba en que la visión del universo, de la medicina y de la realidad es la única válida si pasa por el cedazo de la medición cuantificación. Mientras que la mirada mítica del universo, las medicinas alternativas y las construcciones subjetivas de la realidad se presentan de menor valía y poca importancia. La percepción mediática ha ido deslizando la autenticidad de la realidad dura, cruda y prístina por la inautenticidad proyectada por los filtros, fakenews y reality shows. Hay una creencia acrítica homogeneizante que los medios de comunicación construyen las perspectivas y tendencias epistémicas de la verdad y la falsedad, axiológicas de la bondad y la maldad y estéticas de la belleza y la fealdad. La percepción tecnológica es la tendencia fuerte de la homogeneización de la humanidad, los hombres y mujeres son perceptibles y predecibles porque en sus manos siempre tendrán un dispositivo móvil. Las relaciones tradicionales antes mencionadas se han desfigurado por las mediaciones de los dispositivos tecnológicos tanto móviles como inmóviles. No hay tiempo, ni espacio, para pensar en sí mismo, ni en los demás, para analizar la dureza de la ambientalidad y la realidad de la trascendentalidad.


La Inteligencia Artificial (IA) profundizará las distorsiones de las tradicionales relaciones en el que se anulará la diversidad y se acentuará la homogeneidad gracias a los dispositivos tecnológicos. Los hombres y las mujeres utilizarán el mismo dispositivo móvil, utilizarán las mismas aplicaciones, las mismas redes sociales, viajarán por los mismos metaversos, van a conversar con el ChatGPT.3, estudiarán y se divertirán con las mismas plataformas. Las relaciones tradicionales de desarrollarán con las mediaciones tecnológicas: las relaciones consigo mismo estarán acompañadas con YouTube mediante un video de autoayuda. Las relaciones con los demás se comunicarán mediante llamadas, redes sociales o WhatsApp. Las relaciones con la naturaleza se realizarán de forma espectadora contemplando las calmas o los desastres ambientales mediante documentales o noticias con plataformas especializadas. Las relaciones trascendentales, igualmente, se desarrollarán con los dispositivos tecnológicos con las herramientas anteriormente descritas. La tendencia está clara: las relaciones físicas y duras se van desvaneciendo por relaciones virtuales y holográficas.


Bibliografía

Buber, M. (2014). Eclipse de Dios. Estudios sobre las relaciones entre religión y Filosofía. Ediciones Sígueme Salamanca.

Buber, M. (2019). ¿Qué es el hombre? Fondo de Cultura Económica.

Gonzalez-Arribas, B. (2011). La Pluralidad Reunida: el Cuidado, el Sujeto y la Diferencia una Visión Nihilista del Cuidado de sí. En: Oñate, T y otros (Eds.), Hermenéutica del Cuidado de sí: Cuerpo, Alma, Mente, mundo (pp. 307-320). Editorial UNED.

Kolbert, E. (2015). La Sexta Extinción. Una Historia Nada Natural. Crítica.

Levinás, E. (1974). Humanismo del Otro Hombre. Siglo XXI Editores.

Morin, E. (2003). El Hombre y la Muerte. Editorial Kairós.

Sartre, J. P. (2011). La Náusea. Alianza Editorial.

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