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Destellos de Sabiduría: El Oro y la Historia Estelar en la Era digital. Un apoyo al Museo del Oro en Bogotá.



Pasaba, como tantas otras veces, por el Parque Santander, lugar donde el hombre de las leyes vigila desde su pedestal. Pero en mi mente, esa plaza seguía siendo la antigua Plaza de las Hierbas, donde nuestros ancestros indígenas intercambiaban más que plantas medicinales; compartían saberes, destellos de su cultura, hilos de un tapiz que aún hoy podemos desenredar. Caminaba por las calles de la vieja Santafé del Bacatá, la ciudad de muiscas y conquistadores, donde la historia respira desde los adoquines hasta el cielo que cubre Bogotá.


Al elevar la vista, allí estaba, imponente, el edificio del Museo del Oro, un cofre de tesoros no solo materiales, sino espirituales. No eran simples objetos dorados, sino símbolos de una sabiduría ancestral que destella a través del tiempo. Ese domingo, como un regalo del destino, la entrada era libre. Las puertas del museo, como el antiguo portal al pasado, me invitaban a cruzar el umbral y sumergirme en una dimensión de tiempo, memoria y esplendor.


Al recorrer sus salas, me envolvía la fascinación por el relato que cada pieza contaba: figuras minuciosamente trabajadas, collares, máscaras, todos revelando un eco de lo que fuimos y lo que aún podemos ser. Sin embargo, algo me inquietaba. La sabiduría contenida en cada sala brillaba como el oro, pero la forma de transmitirla aún podía pulirse, como si los destellos no alcanzaran todo su potencial. Recordé entonces mi propia experiencia, mi cercanía con los museos y la importancia de hacerlos vivos, vibrantes, tan accesibles como el oro para los antiguos.


En gratitud por la entrada que se me brindó, y como historiador que ha trabajado en la creación de exposiciones, me sentí llamado a devolver algo a este templo de la memoria. Así que con humildad, pero también con convicción, ofrezco estas reflexiones para que el Museo del Oro brille con aún más intensidad, abramos la puerta del museo y de nuestras mentes para un cambio en el guión Museográfico y Museológico como lo propongo aquí:



1. Oro Vivo: El poder de las narrativas multisensoriales

El oro, en manos de nuestros ancestros, no era solo un metal precioso, sino un vehículo de poder y significado. Hoy, podemos amplificar esa experiencia utilizando tecnologías modernas como la realidad aumentada y las proyecciones envolventes, para que cada visitante no solo vea los objetos, sino que los viva. Imagine estar rodeado por el sonido de ceremonias ancestrales, caminando virtualmente entre los muiscas, sintiendo el palpitar de su cultura a través de proyecciones que permitan a cada visitante crear su propio viaje en el tiempo. Un museo no debe ser solo un lugar de contemplación, sino un espacio de inmersión.


2. Arte digital: El nuevo cincel de la historia

Así como el orfebre trabajaba el oro con dedicación, nosotros podemos esculpir nuevas experiencias mediante el uso de arte digital. Integrar pantallas táctiles avanzadas que respondan a los gestos del visitante, reconstrucciones 3D de piezas dañadas o faltantes, e incluso permitir que el público interactúe con simulaciones de técnicas antiguas de orfebrería. Aquí, el conocimiento no solo se transmite, se moldea con las manos de quien lo recibe, dejando una huella imborrable.


3. Realidad aumentada y virtual: El oro invisible, pero presente

El oro que nuestros ancestros trabajaban tenía un valor que iba más allá de lo visible; era un reflejo de su mundo espiritual. De la misma manera, hoy podemos integrar realidad aumentada y virtual para que los visitantes descubran lo que sus ojos no pueden ver a simple vista. Un casco de realidad virtual podría transportarnos a los tiempos en que el oro fluía entre las manos de los artesanos prehispánicos, permitiéndonos ser testigos de rituales que ahora solo podemos imaginar.


4. El conocimiento al alcance de todos: Accesibilidad 5.0

Así como el oro debía estar al alcance de todas las comunidades, el conocimiento del museo también debe ser inclusivo. Las tecnologías deben adaptarse para todos, desde personas con discapacidades visuales hasta aquellos con dificultades auditivas, a través de audioguías accesibles, pantallas con subtítulos automáticos y hologramas en lenguaje de señas. El oro de la sabiduría debe brillar para todos, sin exclusiones.


5. Del intercambio a la co-creación: La participación del público

La antigua Plaza de las Hierbas era un lugar de intercambio. Hoy, el museo debe convertirse en un espacio de co-creación. Espacios interactivos donde los visitantes, especialmente los más jóvenes, puedan crear réplicas digitales de las piezas que admiran, participando activamente en su comprensión. Esto fortalecería el vínculo entre el visitante y la historia, volviendo a tejer ese tapiz que a veces parece deshilacharse.

Me encantaría que cuando vuelva al museo puedan tener realidad aumentada en las exposiciones de este museo, para que puedan llevarse una idea de esto, les dejo un enlace de una exposición en México sobre el uso de la realidad aumentada. https://youtu.be/mwOt192Ez7k?si=FpIb_aWbRlQnrmSf


Cuando vi este tipo de videos que han sido utilizados desde antes de la pandemia para los avisos publicitarios tanto en Londres como en Tokio y hoy en otras ciudades; me parece importante que en Bogotá Colombia con la financiación del #BancodelaRepública se pueda transformar el concepto de la participación del público que va al centro de la ciudad a esperar el aviso en 3D del museo del Oro y que esto se vuelva un icono de participación con el público y con los turistas que quieren visitar el centro de la ciudad pero con mayor importancia el Muso del Oro. Para darse una idea de lo que les quiero transmitir, les dejo este video. https://youtu.be/NGdotoxwYcM?si=e1BuNaMkMwQII_IE


6. El museo como puente hacia el futuro

Si el oro representaba la conexión con lo divino para nuestros antepasados, hoy el museo puede ser el puente entre el pasado y el futuro. Las tecnologías 5.0 pueden ayudar a expandir la convocatoria al museo, a través de exposiciones virtuales y eventos culturales transmitidos en línea, llegando no solo a quienes habitan Bogotá, sino a todo el mundo.


El oro, la sabiduría y el servicio intelectual

Así como nuestros ancestros entendieron que el oro no era solo un objeto de lujo, sino un símbolo de su sabiduría, hoy el conocimiento debe ser tratado como ese mismo metal precioso. Y en este acto de ofrecer mis reflexiones, siento que devuelvo, en humildad y gratitud, el brillo que me ha sido concedido al caminar por las salas del Museo del Oro. Este es mi regalo, mi destello de sabiduría, para que este espacio sagrado de la memoria continúe brillando, no solo como guardián del pasado, sino como guía hacia el futuro.


La consultoría que ofrezco no es más que una retribución a la generosidad que el museo nos brinda cada día. Porque en el acto de compartir conocimiento, de refinar la historia y hacerla accesible a todos, construimos no solo un museo mejor, sino una Colombia más sabia, más justa, y más luminosa. Que el oro de la sabiduría siga brillando en cada sala, en cada mente que lo contemple, y en cada corazón que lo comprenda. Para poder ver este tipo de narrativas los invito a leer los artículos en los que se usa la Histora Estelar.


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